Este pollo crujiente es una de las recetas que más me gusta hacer en casa cuando nos apetece algo de picoteo, creo que he tardado demasiado en compartirla por aquí 🙂  Queda muy rico y no se necesita ningún tipo de grasa o aceite. El truco es sencillo: solo necesitáis hacerlo al horno y tener copos de maíz.

Ingredientes:

• 2 pechugas de pollo
• 2 claras
• 80 g de copos de maíz
• 20 g de harina integral (yo he usado espelta)
• 1 cucharada de queso parmesano rallado o de levadura nutricional (es opcional, para dar sabor)
• Especias al gusto; ajo y cebolla en polvo, pimienta negra molida, cayena…
• Sal al gusto

Precalentamos el horno a 220 º.

Lavamos y secamos las pechugas, después las cortamos en tiras un poco gruesas y reservamos.

Con ayuda de un procesador de alimentos picamos los copos de maíz, pero lo hacemos por pulsos, para que no quede muy fino y que queden trozos de varios tamaños. También podemos poner los copos en una bolsa plástica y aplastarlos con un rodillo para triturar. Reservamos la mezcla en un plato.

En otro plato mezclamos la harina integral con las especias, la sal y parmesano, y en un plato hondo salpimentamos las claras y las batimos un poco.

Pasamos primero los trozos de pollo por la harina, sacudimos un poco para quitar el exceso, pasamos por las claras y finalmente por los copos de maíz triturados, empanando bien y presionando un poco para que queden bien adheridos a la superficie.

Colocamos los trozos de pollo rebozados sobre una rejilla para horno o sobre una bandeja forrada con papel de horno.

Horneamos  durante 25 minutos, o hasta que estén dorados y ya lo tenemos listo.

Podemos acompañarlos con una rica salsa picante o barbacoa, en plan picoteo o bien como una opción para acompañar una ensalada ¡A comer!