¿Qué tal habéis empezado la semana? Aquí es festivo por lo que es un lunes con sabor a domingo, un auténtico gusto 🙂 Así que he aprovechado el tiempo libre extra para compartir esta rica receta, fresquita y fácil.
Hace mucho que me apetecía hacerla, en su versión saludable y sin azúcar, ya que queda muy vistosa y es una auténtica delicia.
Ingredientes:
Para la base
- 1 de taza (100 g) de harina de avena
- 1/2 de taza (50 g) de copos de avena
- 2 cucharadas de aceite de coco derretido
- 4 cucharadas de leche de almendras
Para la tarta de queso
- 500 g de queso batido 0%
- 250 g de requesón 0%
- 100 ml de leche de almendras
- 1/4 de taza (50 g) de xilitol
- 9 láminas de gelatina neutra
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Opcional: unas gotas de edulcorante o saborizante de chocolate blanco
Para la capa de mango
- 2 mangos pequeños maduros
- 1 cucharada de zumo de limón
- 3 láminas de gelatina
Para la base mezclamos en un cuenco mediano la harina con los copos de avena y después añadimos el aceite de coco y la leche, mezclamos con las manos hasta que quede una masa densa. Extendemos con ayuda de las yemas de los dedos sobre la base de un molde, hasta quede uniforme, y lo horneamos a 200° unos 10 minutos. Sacamos y dejamos enfriar. Yo he usado un molde de silicona de 20 centímetros.
En un bol grande mezclamos el queso batido, el requesón, la leche, el xilitol, vainilla y saborizante. Lo batimos con unas varillas eléctricas (También se puede mezclar en una batidora de vaso) hasta que quede todo bien integrado y sin grumos. Hidratamos unos minutos las láminas de gelatina en un cuenco con agua, las escurrimos y las ponemos en un cazo a fuego medio, solo le hacen falta unos 30 segundos hasta que se derrita, después apartamos del fuego. Entonces añadimos parte de la masa de queso a la gelatina, removemos bien y añadimos el resto. Echamos la mezcla encima de la base de avena y lo metemos al frigorífico por una hora y media.
Para la parte superior licuamos los mangos (sin piel) junto con el zumo de limón en una batidora de vaso (o con una minipimer) y repetimos el mismo proceso: ponemos a hidratar las láminas de gelatina, las ponemos en un cazo al fuego hasta que se derrita, apartamos del fuego y añadimos un poco del puré de mango, removemos y añadimos el resto volviendo a remover. Echamos por encima de la capa de queso, que ya estará algo cuajada, con mucho cuidado y de vuelta al frigorífico por 3 horas (como mínimo) más.
- Las medidas taza/cucharada que he utilizado son las medidas americanas de cup/tablespoon (tbsp)
- He usado poco endulzante porque en casa nos gusta así pero si os gustan los postres más dulce tendríais que usar más xilitol, como media taza, o más del edulcorante que soléis usar si no teneis xilitol. Como siempre, os recomiendo que primero echéis poca cantidad, luego probéis la masa y si hace falta entonces añadís un poco más.
- El puré de mango se puede colar antes de echar en la gelatina para quitar los hilillos que tiene el mango. A mí realmente no me molesta así que no hice este paso.
¡Espero que os guste tanto como a nosotros!
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