¡Hola a todas y todos!
Hacía mucho que no me pasaba por aquí 🙂 He tenido un descanso largo de las redes sociales que realmente necesitaba. A partir de ahora intentaré (¡Lo prometo!) no tener abandonado el blog y subir recetas más a menudo. Tengo muchas recetas pendientes para subir tanto por aquí como en Instagram que he ido haciendo a lo largo del verano pero que no he podido o no me he sentido motivada para subir y como esto es un hobby, no una obligación, he esperado el momento que me apeteciera de nuevo y este momento ha sido hoy ¡Espero que os guste la receta!
Este bizcocho rico lo hice justo al volver de mis vacaciones de Polonia que me había traído un montón de arándanos y podía aprovechar a hacer mil cosas con ellos. Tiene un ingrediente sorpresa en la masa que a parte de aportar buena textura lo hace mucho más nutritivo, ahora lo veréis!
Ingredientes:
- 170 g de calabacín (sí, y no se nota para nada que lleva calabacín)
- 4 huevos
- 100 g de harina de avena
- 100 g de harina de espelta integral
- 1,5 cuharaditas de levadura o impulsor químico
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Edulcorante al gusto*
- Arándanos
Pelamos y rallamos muy finito el calabacín.
En un bol grande de cristal batimos las claraa hasta que queden a punto de nieve, añadimos el calabacín rallado incorporándolo suavemente con una espátula con cuidado de no bajar las claras, incorporamos también las yemas batidas. También añadimos la levadura y el edulcorante, mezclamos.
En otro bol mezclamos las dos harinas con la levadura y poco a poco vamos añadiendo a la mezcla húmeda haciendo movimientos envolventes con la espátula con cuidado de no bajar mucho las claras. Una vez que esté todo bien integrado, añadimos los arándanos, mezclamos poco y vertemos la masa en un molde (yo usé uno rectangular mediano de silicona) Llevamos al horno a 180 grados unos 25-30 minutos, el tiempo dependerá del tamaño de vuestro molde y del horno. Mi bizcocho quedó más fino así que no necesitó mucho tiempo de horneado. Si vuestro molde es más pequeño necesitará más tiempo seguramente.
*No pongo cantidades ya que dependiendo del edulcorante que uséis, el formato y la concentración del mismo producto aportará más o menos dulzor. En las recetas que pruebo de los demás nunca me fijo en estas cantidades, prefiero probar la masa en crudo y así controlar el nivel de dulzor deseado.
Se puede comer recién hecho o cortarlo en trozos, guardarlo en un tupper y disfrutar de un desayuno delicioso toda la semana. Yo lo acompañaba de un vaso de leche fría y más frutitas…¡Demasiado rico! Además muy fácil de preparar y si no tenéis arándanos se puede usar cualquier fruta similar como frambuesas o moras, o frutas cortadas en trocitos como fresas, manzana, pera, nectarina…
El calabacín tiene un sabor tan suave que ni se nota pero aporta al bizcocho húmedad y queda muy, muy tierno.
¡Que lo disfrutéis!
(Que gusto da volver por aquí <3)
Hola Ania, voy descubriendo tu blog y me encanta. Voy a probar este bizcochito ya que por acá (Chile) ya se viene la temporada de arandanos 😀
Gusto en conocerte!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Kenia, me alegra mucho que te guste 🙂
Los arándanos son de las frutas más deliciosas y me chiflan ¡Que suerte que ahora estáis en primavera!
Espero que te guste el bizcocho ¡Un placer conocerte!
Me gustaMe gusta
Que rico!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mucho! Gracias 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona