En los últimos años casi siempre que hago una fiesta o celebración en casa preparo algún «dip» de entrante, ya sea con los ingredientes de una pizza, con cerveza y quesos…de verdad, muchísimas versiones que podría citar sin acabar hoy y todas digamos que poco saludables. A mis amigos les encanta y tal es la tradición que se me ocurrió en el último cumpleaños de mi chico no hacerlo y por supuesto hubo reclamaciones 🙂
Si es la primera vez que oís esta palabra os lo explico brevemente: es un plato frío o caliente tipo salsa que se come «dipeando», es decir, picando, mojando o untando pan, picos, nachos, verduras…en él.

Cuando publiqué el blog los primeros en apoyarme fueron ellos, mis amigos,  pero entonces me llegaron comentarios tipo: ¿Cuando vas a poner la receta del dip? (¿Cuál de los que he hecho?) y mi primera respuesta fue: Llevan mucha grasa, no son para mi blog (Que aunque coma saludable, mi comida no es 100 % así, hay que saber darse caprichos de vez en cuando) pero en seguida pensé ¿Y porque no hacer uno saludable y con menos grasa? Así que aquí está esta versión, que aunque sea más ligera es igual de deliciosa.

Ingredientes:

• 200 g de espinacas congeladas
• 150 g de queso batido
• 150 g de queso quark
• 150 g de queso crema
• Si solo tenéis queso batido poned 150 g de éste y 300 de queso crema. Si no tenéis queso batido podéis utilizar perfectamente 300 g de queso quark y 150 g de queso crema
• 40 g de queso rallado
• 1 diente de ajo
• Pimienta, pimentón dulce, ajo en polvo (opcional) y toque de salsa picante.

En esta receta utilizo espinacas congeladas porque me resulta mucho más fácil ya que no hace falta cocinarlas previamente para que queden «menguadas» Primeramente tenemos que descongelar las espinacas y después escurrirlas muy bien para quitarles todo el agua. De los 200 g me quedaron 80 g de espinacas escurridas (por si preferís usar frescas, tened en cuenta que para que no quede aguado el dip habría que cocinarlas y escurrirlas igual) Una vez escurridas las picamos bien, yo hago así: junto una bola y pico longitudinalmente, luego en transversal y finalmente en diagonal, así sé que quedarán bien picaditas.
En un bol mezclamos los quesos frescos, hasta obtener una mezcla homogénea (podéis usar unas varillas), después añadimos el ajo triturado/rallado (uso un prensa-ajos), las especias al gusto y dos terceras partes del queso rallado. Mezclamos bien, añadimos las espinacas cortadas y volvemos a mezclar.
Ponemos la mezcla en una fuente para horno y espolvoreamos por encima el queso rallado sobrante. Si queréis podéis poner más queso rallado tanto dentro como por encima.
Llevamos al horno a 210° unos 20 minutos o hasta que la parte superior esté doradita.

Servimos caliente acompañado de pan, picos…lo que nos apetezca. Templado y acompañado de verduras tipo endivias, palitos de zanahoria…también está delicioso.

Si tenéis una cena con amigos ya sabéis, esta es una idea para un entrante rápido, fácil y riquísimo.

¡Feliz semana!