Estas pequeñas magdalenas de zanahoria con crema dulce de queso por encima son una auténtica maravilla; el bizcocho es esponjoso, con el toque exacto de humedad, deliciosas y algo especiadas. Fue uno de los postres que llevé a una cena de amigas y triunfaron, les encantó y eso no me pudo hacer más feliz ya que lo mejor es que estas maravillas son completamente saludables, sin azúcar y bajas en grasas. Como postre especial o merienda son ideales.
Ingredientes:
Para la masa
– 150 g de harina de avena
– Media cucharadita de levadura
– Media cucharadita de bicarbonato de sodio
– Media cucharadita de canela
– Pizca de cardamomo molido
– Pizca de nuez moscada molida
– 2 claras
– 50 g de queso batido o yogur natural
– Edulcorante al gusto
– 3 cucharadas de aceite de oliva o de coco
– 200 g de zanahorias (pesadas ya peladas)
– 25 g de nueces
– 70 g de piña natural o en su jugo
Para la crema o frosting
– 180 g de queso quark
– 140 g de queso crema
– Edulcorante en polvo o granulado al gusto
Primero en un cuenco mezclamos los ingredientes secos: harina de avena (pueden ser copos de avena bien molidos), levadura, bicarbonato, canela y cardamomo.
Pelamos y rallamos fino las zanahorias. Picamos las nueces y cortamos la piña en trozos pequeños.
Por otro lado, en un bol grande batimos con la batidora de varillas las claras junto con el queso batido y el edulcorante hasta que quede bien integrado y la textura sea cremosa, como unos 3 minutos. Añadimos el aceite y batimos hasta integrarlo bien en la mezcla. En este punto echamos la mitad de la cantidad de la mezcla de harina, mezclamos con la batidora, después añadimos el resto de harina y mezclamos bien hasta incorporar toda la harina. Finalmente añadimos a la masa la zanahoria rallada, las nueces, la piña y mezclamos.
Rellenamos las cápsulas de papel o moldes de silicona con la masa, unos 3/4 de altura, y llevamos al horno precalentado a 180° unos 20 minutos. Las cápsulas que utilicé son grandes así que con esta cantidad de masa salieron unas 7. También podemos hacer esta misma receta para un bizcocho pero entonces deberemos tenerlo más tiempo en el horno, unos 40 minutos, comprobando siempre si está hecho (pinchando en el centro del pastel con un palillo, si sale limpio es que está listo)
Dejamos enfriar las magdalenas y mientras hacemos la crema.
En un bol, preferiblemente de cristal, batimos los dos tipos de queso, que estén fríos de nevera, junto con el edulcorante durante unos 4 minutos hasta que quede una crema densa y ligera. Es importante que el edulcorante sea en polvo para que no salga una crema líquida. Guardamos en la nevera hasta que las magdalenas estén frías del todo.
Una vez estén frías las decoramos con nuestro frosting de queso, yo lo puse en una pequeña bolsa de plástico, le corte una de las esquinas (el agujero más bien grande) y decore mis cupcakes en espiral, de fuera hacia dentro. Por encima le puse unas nueces picadas muy fino.
Ahora ya solo queda disfrutarlas en el mismo momento de haberlas preparado o podemos guardarlas en la nevera listas para ser servidas. Yo las hice en la mañana para la noche y el frosting intacto por lo que os aseguro que aguanta, además también aguantaron el traslado a casa de mi amiga sin sufrir percance alguno.
Espero que os animéis a hacerlas y me mostréis vuestros resultados si os apetece ¡Me encantaría verlo! Y no dudéis en hacerme cualquier consulta acerca de la receta 🙂
Yo doy fe! me encantaron! que buenas por favor…ya era hora que colgaras la receta…gracias guapa!
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Jajajaja! Anónima! Me tienes que decir quién eres! Yo me alegro muchísimo que os gustarán, fuisteis las catadoras oficiales 🙂 A ver que hago para la siguiente…
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