Mis pastelitos favoritos ,sin duda alguna, son las muffins. Me encanta el sabor, textura y su delicioso olor, además que al ser individuales y se pueden llevar a cualquier sitio. Reconozco que mis favoritas son las de Starbucks pero en mi empeño por conseguir una versión más saludable, que se puedan comer más a menudo, sin grasas ni azúcares nacieron estas maravillas. Enamoran a cualquiera…os lo aseguro.
Necesitamos:
- 220 g de harina de avena
- 4 huevos
- 1 cucharada de mantequilla de cacahuete (sustituible por cualquier fruto seco o aceite)
- 100 ml de leche desnatada o leche vegetal
- 2 cucharaditas de levadura
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Edulcorante al gusto*
- 2 cucharadas de sirope de arce/maple (si no tenéis, solo hay que añadir más edulcorante)
- 150 g de arándanos frescos
*No suelo poner cantidades ya que dependiendo de lo que uséis necesitareis más o menos, ya que cada uno tiene un grado de dulzor diferente ya sea miel, diferentes tipos de stevia (no endulza lo mismo la misma cantidad de líquida, casera, granulada o en polvo concentrada) u otros edulcorantes. Además así si nos gusta menos dulce siempre podremos poner la cantidad adecuada sin pasarnos o al revés, hacerlo más dulce si nos gusta así. Os recomiendo probar un poquito la masa cruda, teniendo en cuenta que el dulzor se rebajará un poco al cocinar (al crecer la masa la concentración de edulcorante en el mismo volumen será menor)
Mezclamos los ingredientes secos, es decir, la harina y la levadura y reservamos.
En otro recipiente batimos enérgicamente los huevos con las claras, como dos minutos, después incorporamos la mantequilla y mezclamos hasta que quede bien integrada. Luego añadimos la leche, vainilla, edulcorante y seguimos batiendo pero esta vez suavemente.
Poco a poco vamos integrando los ingredientes secos a esta mezcla, mejor con una cuchara de madera, de manera suave y con movimientos envolventes. Luego añadimos los arándanos, mezclamos y rellenamos a una altura de ¾ nuestras cápsulas de papel (o de silicona)
Horneamos las muffins en el horno precalentado a 180° unos 15 minutos (cuidado de no tenerlas demasiado en el horno para que no queden secas)
Recién hechas son magnificas, el olor espectacular y ya si las acompañas con un vaso de leche son la combinación perfecta.