Ya que la calabaza está en temporada os pongo otra receta utilizándola pero esta vez para un plato salado. Voy a poner las cantidades utilizadas pero es la típica receta dónde las cantidades «a ojo» funcionan de maravilla.
Ingredientes para dos personas:
- 200g de pasta integral (pesada en crudo)
- 1 pechuga de pollo picada, especiada con sal, pimienta, ajo y cebolla en polvo, orégano y cayena molida
- 1 cebolleta pequeña
- 3 dientes de ajo
- 150 g de calabaza asada
- Pimienta negra molida al gusto
– 3 hojas de salvia fresca que podéis sustituir por albahaca o laurel - 2 puñados de espinacas frescas
- Chorrito de aceite de oliva
- Parmesano
Preparación: Picamos el ajo, la cebolla y cocinamos en una sartén con un poquito de aceite y una pizca de sal. Ponemos a cocer la pasta en agua con sal. Cuando la cebolla esté traslúcida añadimos el pollo separando con una cuchara de madera la carne para que no quede apelotonada. Agregamos pimienta, salvia, el puré de calabaza asada y un poco de agua de la cocción de la pasta (una media taza o algo más) removemos hasta que se forme nuestra salsa. Poniendo el agua de la cocción de la pasta en nuestra salsa hará que quede mas cremoso y le da un toque genial, lo suelen hacer mucho en la cocina italiana y de verdad; marca la diferencia de los platos de pasta.
Escurrimos la pasta y le añadimos nuestra salsa, mezclando en la misma olla de cocción y añadimos las espinacas. Removemos y dejamos reposar un minuto. Servimos con un poco de queso parmesano recién cortado por encima y listo para ser disfrutado.